PSICOLOGÍA ONLINE Y EN MADRID
No es fácil plantearse comenzar una terapia y dar el paso puede convertirse en todo un reto. Si ya has llegado hasta aquí te doy mi más sincera enhorabuena.
He decidido ir a terapia ¿y ahora qué?
El primer paso es elegir a una psicóloga que te acompañe en el proceso y el bombardeo digital no lo pone nada fácil. Tantas psicólogas/os, muchísimas corrientes psicológicas, talleres, intrusistas, charlatanes, coachs, pseudociencias…
Vas en busca de ayuda y lo que te encuentras es la gran responsabilidad de tomar esta decisión. ¡Casi parece que tengas que convertirte tú misma/o en psico!
Lo mejor es buscar en los Colegios Oficiales de Psicología de cada comunidad, así tendrás la certeza de estar ante una verdadera psicóloga, la colegiación es obligatoria en España. A mí me puedes encontrar en el Colegio de la Psicología de Madrid pinchando aquí. Elige una o varias profesionales, chequea su web o RRSS y ponte en contacto.
Valora si te sientes bien en el primer contacto o llamada, conoce cómo trabaja, pregunta sin miedo, valora si te sientes cómoda/o, te resuelve las dudas…
Ten en cuenta que te abrirás a esa persona, valora si crees que podrías confiar en ella y si has tenido una buena sensación ¡será importante para el éxito del proceso terapéutico! No lo digo yo sino las investigaciones.
No tienes por qué saber de psicología, ese conocimiento es competencia exclusiva de la psicóloga en quien has confiado. Cuando buscas ayuda es responsabilidad nuestra valorar al inicio y durante todo el proceso si te podemos ayudar con nuestra experiencia, formación y herramientas. Si los recursos que disponemos no son suficientes, nuestra obligación es comunicarlo y derivar a otra profesional más adecuada y ¡no pasa nada! es algo habitual (o así debería ser).
Pero Virginia ¿y qué pasa cuando estamos en terapia y no nos termina de convencer la terapia o la profesional? ¿O no siento que me ayude o avance?, y si dejé mi terapia porque pensaba que no me funcionaba ¿qué puedo hacer?
Algunas veces se da el caso de que la persona lleva un tiempo en proceso terapéutico y no se siente del todo cómoda, comprendida, ayudada…
Esto puede provocar culpabilidad y que te castigues por si te equivocaste en la elección de profesional. Es posible que te hayas dicho a ti misma/o «Me equivoqué», «Elegí mal», «Es culpa mía», «Me he dejado engañar»…
También puede acompañarte la indefensión, es esa sensación de no poder hacer nada más para solucionar tus problemas. Puedes pensar «la terapia no funciona conmigo», «que no hay solución para lo que me pasa», «no me merece la pena seguir buscando ayuda», «nadie me comprende», «me siento muy sola/o…
Si sientes algún tipo de malestar con tu actual psicóloga/o o no percibes avances tras llevar un tiempo considerable estás en tu derecho de comunicárselo, así como de cambiar de profesional y ¡ya está!
No pasa nada, significa que sigues buscando tu bienestar y eso está bien.
Si dejaste la terapia aún puedes encontrar a una psicóloga que te ayude en tu proceso. No te desanimes, es más habitual de lo que crees necesitar varios intentos para dar con la profesional adecuada.
Cuando me conozcas sabrás si yo podré ser tu compañera ideal de terapia online o presencial en Madrid, estaré encantada de que nos conozcamos y me comprometeré a ayudarte para que te sientas mejor.